Cuidados durante el embarazo
Tras la fecundación del óvulo por el espermatozoide, comienza un proceso que dura alrededor de cuarenta semanas: el óvulo fecundado anida en el útero de la madre donde, poco a poco, se transforma en embrión y, posteriormente, en feto. Durante estos nueve meses, el cordón umbilical y la placenta unen al feto con su madre, cuyo cuerpo se va modificando en paralelo al desarrollo de su hijo.
Por ello, conviene prepararse e incorporar ciertas medidas referentes a la alimentación, el sueño, el ejercicio u otros hábitos cotidianos con el fin de que se den las máximas garantías de que el embarazo llegue a buen término. En todo caso, siempre será el ginecólogo el encargado de abordar, junto a la futura madre, el estilo de vida saludable que esta debe seguir.
¿Cómo debe ser la alimentación durante el embarazo?
En cualquier etapa de la vida es importante alimentarse de forma equilibrada, y más en el momento del embarazo, ya que aumentará la vitalidad de la gestante, mitigará las molestias típicas y redundará en el buen desarrollo del feto. Por tanto, lo más importante es mantener una dieta variada y que incluya todos los nutrientes básicos. En concreto: un consumo abundante de frutas, verduras, legumbres, cereales de grano entero y frutos secos; ingesta moderada de lácteos, pescado, huevos y carne; el aceite de oliva como grasa principal; abundante hidratación; poca sal; y control en el consumo de bebidas excitantes como café, té y refrescos de cola.
Por último, debemos saber que el embarazo no implica que la mujer coma por dos, como se suele decir; ni siquiera que coma más cantidad, sino que lo haga con mayor frecuencia. En general, lo recomendable es que la futura madre engorde entre nueve y doce kilos en esta etapa; de ellos, la mitad corresponden al bebé, al líquido amniótico y a la placenta.
¿Qué hábitos son perjudiciales?
No hay ninguna cantidad de alcohol ni ningún tipo de bebida alcohólica que pueda considerarse segura durante el embarazo, por lo que lo más recomendable en esta etapa es abandonar su consumo por completo. El alcohol que consuma la madre llega al bebé a través de la placenta y existe el riesgo de que pese menos al nacer, crezca más despacio o presente problemas congénitos, además de que podría causar problemas al desarrollo del embarazo.
Por otro lado, fumar en esta etapa es muy peligroso para el feto, que queda expuesto a la acción de más de siete mil sustancias tóxicas. Por tanto, este es un buen momento para que la madre deje de fumar. Además, debe mantenerse alejada de los ambientes cargados de humo.
Finalmente, es innecesario indicar que el consumo de drogas durante la gestación también puede perjudicar gravemente a la madre y al bebé. Así pues, bajo ningún concepto deben tomarse, ni siquiera ocasionalmente sustancias de este tipo.
¿Se puede practicar ejercicio durante el embarazo?
No sólo se puede, sino que es muy beneficioso practicar ejercicio físico moderado durante el embarazo, siempre que no exista ninguna contraindicación. Todas las actividades deportivas que no impliquen movimientos bruscos o un gran esfuerzo físico son altamente recomendables, pues mejoran el tono muscular, facilitan la digestión, mejoran la circulación y evitan un aumento de peso excesivo por parte de la mujer.